La selección española de fútbol se clasificó hoy a los octavos de final de la Eurocopa de Francia al aplastar 3-0 a Turquía y dar un golpe de autoridad en un torneo que asistió en Niza a su primera goleada.
Álvaro Morata (34′ y 48′) y Nolito (37′) marcaron los tantos en el estadio Allianz Riviera para que la defensora del título se coloque líder del Grupo D con seis puntos después de dos jornadas. En la última, el martes ante Croacia, le bastará un empate para avanzar como primera.
El encuentro en Niza mostró a dos equipos diametralmente opuestos. Uno, España, con el traje de sus mejores épocas. Otro, Turquía, sin alma y con su gran estrella, Arda Turan, abucheado por sus propios hinchas cada vez que tocó la pelota en la segunda mitad.
Vicente del Bosque mantuvo el mismo once que alineó en el partido inaugural ante República Checa, pero hoy no necesitó contener el aliento hasta el final. La exhibición de España en últimos 15 minutos de la primera mitad, unida a la pasividad de los turcos, decantaron el duelo para los actuales campeones de Europa.
Le costó carburar a España en el moderno Allianz Riviera, con un Andrés Iniesta más apagado que de costumbre en el arranque, y una Turquía que plantó un 4-5-1 con los 11 hombres metidos en su campo. El empate le valía a Turquía para jugarse el pase en la última jornada ante los checos y su técnico, Fatih Terim, decidió esperar a España.
Pero lo hizo con demasiada desidia después de recibir el primer gol. Tanta, que España se metió el partido en bolsillo en apenas 48 minutos.
Ambas selecciones se trataron con mucho respeto durante la primera media hora. España tenía la pelota y Turquía se sentía cómoda, pues su rival no conseguía salir del atasco. Eso sí, una vez que lo hizo ya no hubo forma de parar al equipo de Del Bosque.
Morata fue el que abrió la caja de las sorpresas para España. El delantero de la Juventus de Turín, debutante en un gran torneo de selecciones, aprovechó un centro de Nolito y un error de Mehmet Topal para cabecear de forma impecable a la escuadra en el minuto 34.
El gol fue como un gancho a la mandíbula de los turcos, a los que posiblemente les caiga en su país una tormenta de críticas mayor que la de después de la derrota por 1-0 ante Croacia.
Tres minutos después de Morata fue Nolito, otro “novato” en estos escenarios, el que agitó las redes. La jugada tuvo otra vez al mismo protagonista por parte de los turcos, Topal, que despejó un centro de Cesc con la cabeza tan mal que la pelota cayó en los pies de Nolito. El atacante del Celta de Vigo, solo ante el portero Babacan, batió a placer.
Con el 2-0 a favor, España sacó de la mochila el “tiqui-taca”. Hizo con la pelota lo que quiso y a punto estuvo de sentenciar el encuentro antes del descanso con un contragolpe desperdiciado por tres atacantes españoles ante dos defensores otomanos.
Si Terim buscaba una reacción tras el descanso -introdujo a Nuri Sahin por Calhanoglu- lo que encontró fue un nuevo golpe. Pase marca de la casa de Iniesta al hueco para Jordi Alba, que, ligeramente en fuera de juego, asistió a Morata para que el delantero firme su doblete.
La grada pidió entonces el Balón de Oro para Iniesta y empezó a acompañar con “olés” las transiciones de España, pero los de Del Bosque, sabiéndose ya ganadores, levantaron ligeramente el pie del acelerador para ahorrar oxígeno.
Si España quiere ganar su tercera Eurocopa consecutiva, tendrá que jugar aún cinco partidos hasta el 10 de julio. Cualquier gramo de energía será bienvenida en la fase del K.O.
Mientras la grada turca abucheaba sin descanso a Turan, Del Bosque introdujo a Bruno, Koke y César Azpilicueta para dar descanso a Silva, Cesc y Jordi Alba.
Nada varió el guión del partido, por mucho que Turquía encontrara más espacios. España tenía el billete a octavos comprado con una exhibición que trajo aires frescos a una Eurocopa necesitada de goles.